En esta ocasión vamos a hablar sobre el espíritu Kaizen, una de esas palabras que (más o menos como el gintonic) últimamente se ha puesto de moda dentro del ámbito del incremento de productividad. Para los que no lo sepáis el espíritu Kaizen es una filosofía de origen oriental asociada a los procesos productivos y la mejor continua.
Personalmente siempre he tenido una cercanía con la forma de pensar oriental. Desde niño he estado vinculado con las artes marciales, y he practicado Judo, Taekwondo y Kung Fu. Por tanto, aunque es inevitable que mi forma de pensar siempre será principalmente occidental, sí he conseguido tener un acercamiento y conocer las diferencias entre la mentalidad oriental y occidental.
Digo esto porque en muchas ocasiones encuentro que los occidentales nos empeñamos en importar conceptos orientales a toda costa. Descubrimos un nuevo concepto en el ámbito de la calidad o productividad, que a ellos les funciona. Entonces decimos “yo quiero lo mismo”, lo importamos y lo occidentalizamos. Los normalizamos, lo regularizamos, los convertimos en algo rígido. Frecuentemente ponemos como responsable de su implantación a alguien que realmente no entiende su base, su significado. Le enseñamos unas normas, le decimos que para ser experto en el área tiene que aprendérselas al dedillo. Aún peor, le decimos que las audite y las enseñe a los demás. Entonces es cuando se me ponen los pelos de punta.
Pero bueno, entonces si no es un procedimiento, si no es algo que puede resumirse en unas cuantas normas… ¿Qué es eso del Kaizen?
Que es el Kaizen
Kaizen (改善) significa, literalmente, “cambio bueno”. Es decir, es el equivalente oriental de nuestro tradicional “mejora continua”. El Kaizen es una filosofía asociada a los procesos de mejora continua, mejora de la productividad y Lean Manufacturing.
Nada realmente novedoso. No tengo que irme a oriente para que me digan que los cambios son buenos, ni para indicarme la importancia de la mejora continua ¿o sí?… Pues realmente sí.
Si traduces y limitas Kaizen por su equivalente occidental de “mejora continua” acabas de quitarle todo el sentido y la profundidad al concepto. Sólo has conseguido arañar la superficie. El Kaizen no es una serie de procedimientos, normas, y documentos que debes cumplimentar de forma rigorosa. El Kaizen requiere un cambio completo de mentalidad. Significa abrazar el cambio, abandonar las posiciones estáticas (como decía Bruce Lee), aprender a vivir de forma dinámica y flexible, constituyendo un proceso que no acaba nunca.
El Kaizen un concepto, una filosofía de vida que se aplica a todos los ámbitos, tanto personal como laboral, y que proporciona la flexibilidad que exigen los tiempos modernos. Las empresas tradicionales han basado su estabilidad en su tamaño y en su fuerza en el mercado. Son el equivalente de un gran poste estático, que se mantiene de pie gracias a tener peso en su base. Pero por mucho peso que se ponga, inevitablemente, siempre puede derribarse.
El Kaizen nos recuerda que hay otra forma de mantener el equilibro, algo tan sencillo como la forma de funcionamiento de una pelota. Tú no puedes hacer caer una pelota. Si empujas una pelota esta rueda, manteniendo su centro de gravedad en el mismo sitio. La pelota ha “encontrado” una nueva forma de mantener el equilibrio, que en lugar de estar basada en la estaticidad y en la fuerza está basada en la dinámica, el movimiento y el cambio continuo.
La propia naturaleza nos ha enseñado que la especie que tiene más probabilidad de supervivencia no es el más fuerte, si no el que mejor se adapta. Por ese motivo en las empresas y la maquinara moderna cada día resulta más importante la flexibilidad. Hemos pasado de unos tiempos de producción en masa donde lo que importaba era adquirir maquinaría que fabricara grandes cantidades de piezas, a una situación actual en la que resulta más interesante maquinaria que nos permita flexibilidad y cambios de fabricación rápidamente.
Para ilustrar el concepto contaré la anécdota de Jigorō Kanō, el maestro fundador del Judo, que paseaba por el jardín de su Dojo en compañía de su mujer. Había caído una gran nevada, y observó cómo las ramas gruesas de los árboles más fuertes aguantaban una gran cantidad de peso, pero inevitablemente acababan rompiéndose. Los arboles menos fuertes, con ramas más delgadas, acababan plegándose bajo el peso de la nueva. La nieve caía al suelo, y la rama volvía a su sitio sin romperse. Con esta idea creo el Judo, que puede traducirse como “el camino a la flexibilidad”.
Los 10 puntos del espíritu Kaizen
La filosofía Kaizen muchas veces se resume en los 10 puntos del espíritu Kaizen, que son los siguientes:
- Abandonar las ideas fijas, rechazar el estado actual de las cosas
- En lugar de explicar lo que no se puede hacer, reflexionar como hacerlo
- Realizar inmediatamente las buenas propuestas de mejora
- No buscar la perfección, ganar un 60% desde ahora
- Corregir un error inmediatamente e in situ
- Encontrar las ideas en la dificultad
- Buscar la causa real, respetar los 5 porqués y después buscar la solución
- Tener en cuenta las ideas de diez personas en lugar de esperar la idea genial de una sola
- Probar y después validar
- La mejora es infinita
¿Está claro no? Son fácilmente entendibles. Un decálogo de 10 normas que hay que seguir a raja tabla ¿No?… pues rotunda y tajantemente NO. En más de una ocasión he visto seguir “a raja tabla” estos puntos y blandir como argumento el “60% es suficiente”. Esto puede dar lugar a asimilar el Kaizen como “así ya vale”, cuando no es ni remotamente parte de su significado.
Nuevamente hay que buscar un significado más profundo, más allá de la superficie. Los 10 puntos del espíritu Kaizen no son reglas, ni normas rígidas. Son un recopilatorio de consejos que bien entendidos nos ayudan a recordar el camino cuando estamos tentados a abandonarlo, de forma similar a como haría un maestro.
Lo importante no son las frases en sí, son los conceptos que hay tras de ellas. Nos recuerdan que no permanezcas estático, que no esperes a que las soluciones sean perfectas antes de empezar las mejoras (que no es lo mismo que “así ya vale”). Que no te lamentes en los momentos de adversidad, y sigas mirando hacia adelante, y que en los momentos más difíciles es cuando hace falta seguir trabajando.
En esta línea os cuento otra historia, sobre un maestro oriental que está observando como su casa está siendo destruida por una crecida de un río. El occidental, con su forma de pensar, le pregunta “¿Cómo puede estar tan tranquilo? ¿Por qué no grita, o llora?” Y el hombre sabio le responde “¿Me iba a servir de algo?” En lugar de eso el maestro se levanta y comienza a recoger madera para construir su nueva casa.
Como veis todo lo que rodea al espíritu Kaizen son conceptos filosóficos y bastante más profundos de lo que puede parecer en un primer momento. Los 10 puntos del espíritu Kaizen son frases que en sí mismas son muy cabales, pero hay que hacer el esfuerzo para interpretarlos desde un prisma oriental, dejando “aparcada” nuestra mentalidad occidental por un momento.
Conclusión
El espíritu Kaizen es una filosofía de vida relacionado con la forma de pensar oriental. Sin ninguna duda aporta muchas ideas positivas que serán de utilidad tanto en tu vida personal como, por extensión, en tu vida laboral.
Sin embargo el espíritu Kaizen tiene que ser interpretado desde el punto de vista de una mentalidad oriental, y dotarle de una cierto trasfondo filosófico. Si reduces el Kaizen a un decálogo de normas estrictas, o a algo que se aprende en un máster de dirección de empresas, le despojas de todo el sentido. Por supuesto, es dudoso que de esta forma consigas implantar un sistema basado en el Kaizen, o sacar cualquier resultado útil del mismo.
Por último, no todo el mundo va a conseguir llegar a interiorizar el espíritu Kaizen. A la mentalidad occidental le gusta, en general, tener estabilidad, posición y responsabilidades acotadas. Nos resulta difícil aceptar una forma de vivir basado en el cambio continuo. Además, nos hemos acostumbrado a devaluar la importancia de la filosofía y del pensamiento, como conceptos anticuados que no se ajustan al ritmo de vida actual.
Como toda rama filosófica, seguramente el Kaizen no es algo que pueda aprenderse leyendo un libro, ni un blog. Quizás sea de esas cosas que interiorizas días más tarde de haberlo leído, mientras estás paseando por un parque. Cómo consejo sólo puedo deciros que intentéis abriros a estas formas de pensar, aunque solo durante breves periodos, y que cuando leáis o habléis sobre el espíritu Kaizen intentéis ir más allá, y no os quedéis solo en la superficie.
Sin una clara comprensión del sentido del movimiento, no pueden esperarse verdaderos progresos. Jigoro Kano (1860-1838) Maestro de artes marciales
La verdad es la relación con el contrario; constantemente en movimiento, vivo, nunca estático. Bruce Lee (1940-1973) Actor, maestro de artes marciales y filósofo chino
Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá acomodarse a frecuentes cambios Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino