Obsidian es una aplicación gratuita que permite tomar notas utilizando formato Markdown que ha ganado una gran popularidad recientemente.
Tener una herramienta para tomar notas es muy importante para mejorar tu organización y productividad, tanto para uso personal como profesional.
Así existen un montón de aplicaciones destinadas a esto. A lo largo de los tiempos tenemos Trello, Evernote, o Notion, como herramienta populares en distintos momentos para ordenar tus notas.
Aquí ya hemos visto Joplin, que es una aplicación muy similar incluso estéticamente a Obsidian, pero Open Source.
Ahora la aplicación de moda en el campo es Obsidian. Este basa su funcionamiento en el concepto de notas interconectadas. La idea es que puedes crear notas sobre cualquier tema, y luego conectarlas entre sí para crear una red de información.
Las notas se toman en formato Markdown, que como sabemos es un lenguaje de marcado ligero que permite dar formato de forma rápida y sencilla.
Uno de los puntos fuertes de Obsidian es que trabaja directamente con ficheros Markdown. Lo que modifiques, lo estás modificando directamente en tus notas en markdown.
Es una gran ventaja, por ejemplo, frente a Joplin, que permite importar y exportar ficheros de Markdown, pero los guarda internamente en su base de datos. Lo cuál es un engorro, no voy a estar todo el día importando y exportando mis notas.
Podemos tener varios Vaults o carpetas de trabajo. Un Vault no deja de ser una carpeta de nuestro ordenador, donde guardamos los ficheros Markdown, junto con una carpeta que usa Obsidian para guardar su configuración.
Estéticamente, Obsidian es muy similar a otras aplicaciones similares, incluido Joplin o incluso el propio Visual Studio Code. Básicamente a la izquierda tenemos un árbol desplegable de carpetas, donde guardamos nuestros ficheros de markdown.
El resto de la pantalla la ocupa un visualizador / editor del fichero markdown que tengamos abiertos. En el modo editor, además, si queremos ver el modo “normal” o el source mode (que personalmente es el que normalmente tengo activo.
Obsidian dispone de tabs para abrir varias notas, opción de pinear alguna de ellas o marcarlas como favoritas. Por supuesto, también, podemos arrastrarlas para verlas en paralelo, tanto en horizontal o vertical.
Una de las cosas que más me gustan es la gestión que hace de ficheros adjuntos y enlaces entre notas. Si modificamos un fichero, por ejemplo moviéndolo a otra ubicación, Obsidian actualizará correctamente los vínculos.
Como era de esperar, también nos permite buscar y filtrar nuestras notas de forma muy rápida y eficiente. Esto nos permite encontrar la información que necesitamos en cuestión de segundos.
Obsidian es compatible con frontmatter en nuestras notas markdown. Además, disponemos de la habitual paleta de comandos, accesible mediante el atajo de teclado Ctrl + P, que nos permite ejecutar las herramientas que no son accesibles desde el entorno gráfico.
Por supuesto, dispone de un sistema de etiquetas. Simplemente tenemos que poner #etiqueta en nuestro fichero markdown para agregar la etiqueta a nuestra nota, como si fuera un hashtag en una red social.
Sin embargo, en mi opinión, el sistema de etiquetado es de los puntos más mejorables de Obsidian. Las opciones disponibles se quedan muy cortas. Preferiría una barra específica para añadir etiquetas, y más herramientas para gestionar las etiquetas existentes.
Por otro lado, tenemos un gráfico de nodos interconectados que nos muestra todas nuestras notas, a modo constelación. Aparte de ser muy llamativo, y quedar muy bien en pantalla, francamente lo encuentro poco útil.
También tiene el concepto de ‘Canvas’ como un panel infinito donde podemos agregar nuestras notas, junto con formas geométricas (rectángulos, círculos, líneas) y textos. Esto me parece bastante más útil.
Lo que sí es útil es la enorme comunidad de plugins de que dispone Obsidian. Algunos de ellos son imprescindibles, y proporcionan un montón de funcionalidades. Si os interesa el tema, os iré recomendando los que me parecen más interesantes en otras entradas.
En cuanto a la sincronización de notas entre dispositivos, como suele ser habitual, es una opción de pago. Lo cuál es lógico, ya que requiere que alguien pague el servidor. Pero vamos, que al tener todas las notas en una carpeta, no seré yo el que os diga (guiño guiño 😉) que con un repo de Github tenéis el tema sincronización más que resuelto.
En definitiva, Obsidian es la aplicación para tomar notas más popular del momento. Y la verdad es que, sin ser nada realmente revolucionario, en general está bastante bien.
El tener las notas guardadas en una carpeta (en lugar de un sistema de datos interno), junto a la sincronización mediante Git, y los plugins, hacen que sea una opción muy a tener en cuenta.
El mayor defecto con diferencia no es una aplicación Open Source. Con todos los problemas que ello supone, y el riesgo de que un día decidan de ofrecerla gratuitamente para uso personal.
Si obviamos esto, Obsdian es una muy buena herramienta. Actualmente goza de mucha popularidad y de una comunidad muy activa. Cumple con su cometido y realmente es bastante útil para organizar nuestras notas y tareas.