Tristemente estamos acostumbrados a asociar la palabra “Hacker” con un “pirata informático”, algo que debería llamarse “cracker”. Un Hacker no realiza su actividad para hacer daño a nadie, simplemente porque disfruta jugando y aprendiendo.
Un Hacker es un tipo especial de pensador de la era digital. Ni siquiera es necesariamente que su campo de la informática. Pueden existir Hackers en cualquier área, cocina, costura, decoración. Lo que diferencia a un Hacker es su ansia por saber más, por aprender más, y por disfrutar con lo que hace.
El manifiesto Hacker ocupa un lugar especial dentro de la cultura popular de los Hackers. Fue escrito por Loyd Blankenship, alias +++The Mentor+++, uno de los primeros Hackers detenidos por una redada FBI. Obviamente estaba bastante enfadado y alguna de las frases son un poco teatrales.
Pese a ello este texto, escrito en Enero 08 de 1986, sigue siendo válido hoy. El manifiesto no es un código, ni una filosofía de vida. Simplemente, si te sientes identificado con ello, enhorabuena, es muy probable que seas un Hacker.
El manifiesto Hacker, traducido del original de The Mentor
Manifiesto Hacker (The Mentor, 1986)
Uno más ha sido capturado hoy, está en todos los periódicos. «Adolescente arrestado por delito informático» «Hacker arrestado por irrumpir en un sistema bancario».
-Malditos muchachos. Son todos iguales.
¿Pero pueden, con su psicología barata y su cerebro de los años cincuenta, siquiera echar un vistazo a lo que hay detrás de los ojos de un hacker? ¿Se han parado alguna vez a pensar qué es lo que le hace comportarse así, qué le ha convertido en lo que es?
Soy un Hacker, entra a mi mundo. El mío es un mundo que comienza en la escuela… Soy más inteligente que la mayoría de los otros muchachos, esa basura que ellos nos enseñan me aburre…
- Malditos subrealizados. Son todos iguales.
Estoy en la preparatoria. He escuchado a los profesores explicar por decimoquinta vez como reducir una fracción. Yo lo entiendo.
-No, Srta. Smith, no le voy a mostrar mi trabajo, lo hice en mi cabeza…
-Maldito muchacho. Probablemente se lo copió. Todos son iguales.
Hoy hice un descubrimiento. Encontré un ordenador. Espera un momento, esto es lo mejor. Hace lo que yo le pida. Si comete un error es porque yo me equivoqué. No porque no le gusto, o se siente amenazada por mí. O piensa que soy un engreído, o no le gusta enseñar y no debería estar aquí…
- Maldito muchacho. Todo lo que hace es jugar. Todos son iguales.
Y entonces ocurrió, una puerta abierta al mundo. Corriendo a través de las líneas telefónicas como la heroína a través de las venas de un adicto, un pulso electrónico es enviado, un refugio para las incompetencias del día a día es buscado… una tabla de salvación es encontrada.
«Este es. Este es el lugar a donde pertenezco.»
Los conozco a todos aquí, aunque nunca los hubiera visto, o hablado con ellos, o nunca vuelva a escuchar de ellos otra vez. Los conozco a todos…
- Malditos muchachos. Enlazando las líneas telefónicas otra vez. Todos son iguales…
Apuesta lo que quieras a que todos somos iguales. Nos han estado dando comida para bebés con cuchara en la escuela, cuando estábamos hambrientos de carne. Las migajas que ustedes dejaron escapar estaban masticadas y sin sabor.
Hemos sido dominados por los sádicos, o ignorados por los apáticos. Los pocos que tenían algo que enseñarnos encontraron en nosotros alumnos atentos, pero esos pocos son como gotas de agua en el desierto.
Este es nuestro mundo ahora. El mundo del electrón y el switch, la belleza del baudio. Hacemos uso de un servicio que ya existe sin pagar, porque podría ser ridículamente barato si no estuviera en manos de glotones hambrientos de ganancias, y ustedes nos llaman criminales.
Nosotros exploramos, y ustedes nos llaman criminales.
Nosotros buscamos detrás del conocimiento, y ustedes nos llaman criminales.
Nosotros existimos sin color, sin nacionalidad, sin prejuicios religiosos, y ustedes nos llaman criminales.
Ustedes construyen bombas atómicas, hacen la guerra, asesinan, engañan y nos mienten y tratan de hacernos creer que es por nuestro bien, ahora nosotros somos los criminales.
Sí, soy un criminal. Mi crimen es la curiosidad.
Mi crimen es el juzgar a las personas por lo que dicen y piensan, no por cómo se ven. Mi crimen es ser más inteligente que ustedes, algo por lo cual jamás podrán perdonarme.
Soy un Hacker, y este es mi manifiesto. Pueden detener a este individuo, pero no podrán detenernos a todos… después de todo, todos somos iguales.