En el uso cotidiano tenemos que recordar e introducir una gran cantidad de contraseñas, para acceder a redes sociales, foros, etc. Esto, además de ser un engorro, conlleva un problema de seguridad antes programas “key loggers” (programas que capturan lo que escribimos), y hace que podamos olvidar la contraseña de algún sitio al que entramos con poca frecuencia. Emplear la función “recordar contraseñas” de los navegadores, es aún más inseguro, y acrecienta el problema de los olvidos, al no poder consultar las contraseñas guardadas.
LastPass es un servicio de almacenamiento de contraseñas “cloud”. De ahí viene su nombre, la última contraseña que vas a necesitar recordar. Se instala como una extensión de Chrome, y su uso es transparente. Al entrar por primera vez en una página nos preguntará si queremos guardar los datos y, la próxima vez que entremos, los rellenará automáticamente. Los datos se guardan en un su servidor, y podemos consultarlos cuando queramos, usarlas en otro ordenador, o recuperarlas cuando formateemos el ordenador.
La lógica pregunta es… ¿esto es seguro?. Bueno, plantéatelo así. Las contraseñas se guardan encriptadas en un servidor externo, y las comunicaciones entre tu ordenador y el servidor son también encriptadas. LastPass en ningún momento tiene acceso a tus contraseñas (de hecho si olvidas tu LastPass, sería imposible recordar las contraseñas guardaras). El relleno de campos tiene protección anti keyloggers. Vamos que, sin ser infalible, es mucho más seguro que introducir cada vez tu contraseña, o usar la función recordar contraseñas del navegador.
Por último, decir que LastPass es gratuito para su uso personal en Windows, Linux y Mac, y para los navegadores Chrome, Firefox e IE. Está disponible en https://lastpass.com/