Todos los días empresas y emprendedores inician su camino en la publicidad en las redes sociales, algunos con mayor acierto que otros. En esta entrada ilustraremos los errores más habituales cometidos por aquellos que se inician marketing 2.0. Para ello usaremos, en clave de humor, la historia de un imaginario empresario que se aventura a publicitar su negocio en Internet. De forma que, sin más preámbulos, os presento…
La inventada pero real historia de Paco
Paco es el orgulloso propietario de una empresa dedicada a la fabricación y venta de pastillas de frenos para tractores. Como los demás, Paco está sufriendo los duros efectos de la crisis. Pero Paco, que es un luchador dispuesto a hacer lo que sea, está decidido a probar el Marketing en Internet porque, parecer ser, es “lo que se lleva”. Merece la pena intentarlo, es gratis, requiere poco tiempo y, quién sabe, quizás hasta funcione.
Así que Paco decidió hace unos meses hacerse un blog. Desgraciadamente hasta Paco es consciente de que las noticias en el “Business” de las pastillas de freno tractor no son precisamente frecuentes. No obstante Paco está convencido en mantener una periodicidad en su blog para darle un aspecto activo y dinámico. Así que se ha comprometido a escribir una entrada semanal a toda costa, haya novedades para contar o no.
Pese a sus esfuerzos y (en su opinión) novedosas ideas, el contador de visitas no sube. Su cuñado le ha comentado que una buena forma de captar visitas puede ser “eso de las redes sociales”. Sin estar del todo convencido de que sirva para algo Paco, que otra cosa no tendrá pero más moral que el Alcoyano, se ha hecho todas las cuentas que se le han ocurrido. Facebook, LinkedIn, Google+, … Como cuesta más tiempo del que pensaba mantener tanta cuenta, incluso ha vinculado unas a otras de forma que cuando publica algo se actualiza en todas las demás. ¡Qué listo es Paco!
Finalmente le ha tocado a Twitter. Ha visto en televisión que todo el mundo habla de eso, así que por algo será. Está decidido a extender su fracaso en campañas de marketing a una nueva red. Paco, con su boina enroscada en la que su mujer ha bordado en letras grandes “Web 2.0”, planea con nocturnidad y alevosía el asalto definitivo a Internet en búsqueda clientes potenciales.
Paco ha creado su cuenta @Frenos_de_Tractor. Empleará su constancia en publicar cada día al llegar a la oficina un par de Tuits haciendo publicidad de su blog y su página web, con un enlace a la última entrada. Además, cuando publique su nueva entrada semanal, mandará mensajes a sus contactos para informarles y pedirles que le retuiteen. Incluso intentará hacer chistes y mensajes graciosos sobre frenos de tractor (si es que eso existe) siempre con un enlace a su blog y el hashtag #frenosDeTractor ¡Que moderno!
Paco, que es más listo que nadie, ha dilucidado un gran abanico de ideas para captar nuevos seguidores. Periódicamente seguirá de forma masiva e indiscriminada a gente con la que nunca ha cruzado una palabra. Si pasados unos días no le devuelven el follow, los eliminará. Genial, ¿¡Cómo no se le ha ocurrido a nadie antes!? Además cuidará especialmente a sus seguidores más influyentes (para Paco, influyente es con más seguidores). Si consiguiera que uno de ellos retuitee uno de sus mensajes de publicidad… ¡llegaría a tanta gente!
Paco, ha programado un mensaje automático para dar la bienvenida, con el sempiterno enlace a su blog. Ha vinculado su cuenta a su blog para que las nuevas entradas se publiquen automáticamente. Ha configurado Gamisfaction para que haga #FF automáticamente los viernes a sus nuevos seguidores. Paco tiene Klout, Socialbro, ¡Paco tiene de todo! Está haciendo todo lo que puede y lo está haciendo bien… ¡Tiene que funcionar!
Sin embargo, ni su cuenta en Twitter ni su blog consiguen despegar. Su mujer, al llegar a casa, encuentra a Paco llorando en un rincón, abrazado a un montón de pastillas de freno de tractor, sollozando “yo os quiero, no nos entienden… por favor RT”.
Los errores de paco
¿Por qué su estrategia de marketing ha resultado en desastre? ¿Por qué ha terminado Paco llorando en un rincón? ¿Qué es lo que ha hecho mal Paco? Pues esencialmente TODO, empezando por creer que era más listo que nadie. Alguno de los errores garrafales que ha cometido son los siguientes:
- Ha usado las redes sociales como medio de marketing sin entender su funcionamiento, ni estar convencido de su efectividad.
- Ha infravalorado el ‘coste’ en tiempo y dinero que supone la web 2.0, y de paso a subestimado a todos los que se dedican a ello.
- Falta de calidad en sus del contenido, únicamente ha puesto publicidad de su página, sin aportar noticias de otros temas, RT, opiniones personales, etc…
- Ha realizado follows y unfollows masivos, a gente con la que nunca ha cruzado una palabra, sin preocuparse por conocerlos, ni hablar con nadie.
- Ha mandado mensajes a sus contactos con publicidad, algo que no solo roza el spam, si no que le habrá conseguido unos cuantos ‘unfollows’
- No ha cuidado los horarios en los que tuitea. La primera hora de un día laboral no es el mejor momento para publicar un Tuit, apenas va a ser leído.
- Ha automatizado procesos y vinculado cuentas, actitudes que son recibidas de forma negativa y a largo plazo resultan más perjudiciales que otra cosa.
Conclusiones
La gente no es tonta y, en general, huyen de la publicidad. Por eso se hace zapping en los anuncios. Estamos cansados de que nos intenten vender cosas. Resulta, como poco, pretencioso por parte de Paco, pensar que alguien en su sano juicio va a seguir una cuenta que ha convertido descaradamente en un canal publicitario de algo tan poco interesante como las pastillas de freno de tractor. (Paco, asúmelo, a casi nadie le interesa)
Paco no ha entendido, ni remotamente, que en las redes sociales se sigue a personas. Debería haberse preocupado por crearse una identidad propia en Internet, es decir, un reflejo de su persona, con días malos y días buenos. Es fundamental compartir contenido de calidad que aporte valor a tu cuenta, incluyendo aficiones, alguna tontería que se le ocurra y, especialmente, tener interés sincero por el resto de personas. Lo importante es divertirse y conocer gente, no hacerlo por obligación.
Los contactos laborales, si algún día llegan, bienvenidos serán. Si estableces en las redes sociales un círculo de amistades sinceras con gente con intereses comunes a los tuyos, y algún día necesitan pastillas de freno para tractores, entonces puede que recurran a ti. Pero debe ser considerado un aspecto secundario, al igual que no consideras que en el mundo ‘real’ tengas amigos para que te compren tu producto (al menos, no deberías hacerlo)
Lo último que queda preguntar sobre alguien como nuestro amigo Paco, que ha mostrado un egocentrismo de campeonato en su uso de las redes sociales, es ¿Podría llegar a cambiar de mentalidad realmente? ¿Llegaría a interesarse por otra gente? ¿ o solo lo fingiría durante un tiempo, y acabaría volviendo a las andadas? Si queréis dar vuestra opinión estaremos encantados de escucharla, No dudéis en dejar vuestro comentario.