En la actualidad hay un bombardeo de nuevos conceptos. Facebook, Twitter, blogs… Esto lleva a que muchas personas no entiendan las diferencias entre ellas, y haga un uso inadecuado (o no usen) alguna de estas redes.
Lo cierto es que no existe un “manual del correcto uso” de las redes sociales. Sin embargo, cada esta concebida con sus propias características, y su forma de uso. Así que dedicamos este post a las diferencias entre Facebook, Twitter y el Blog, y a las formas habituales de usarlos de forma incorrecta. Las características principales son:
- Mensajes cortos, de 140 letras, donde escribes lo que te esta ocurriendo de forma breve.
- Frecuencia, 1 a 10 al día (según afición). Adecuado para cambiar tu estado desde el móvil.
- Perfil público, puedes mirar el twitter de quien quieras, por lo que mucha gente lo usa para conocer la opinión de políticos, famosos, etc…
- Mal usos habituales
- Usar Twitter como si fuera un chat.
- Usar Twitter como forma de recibir noticias. Para eso están los RSS.
- Mensajes 4 o 5 líneas. Deben tratar anécdotas que te ocurran en tu vida diaria, hechos importantes, o sobre contenidos interesantes que encuentres y quieras compartir con tus familiares y amigos.
- Frecuencia, uno cada 1 o 2 días. Máximo autoimpuesto de unos 2 al día. Es difícil que te pasen más cosas relevantes en un día. No quieres saturar a tus amigos.
- Se pueden compartir fotografías, y etiquetar gente.
- Son privados, para amigos y familiares. Necesita aprobación por ambas partes para ver los mensajes.
- Errores habituales
- Usar Facebook como Twitter (mensajes cortos, tipo “buenos días”)
- Usar Facebook como un Blog (mensajes muy largos). Para eso, escribe un blog, e incluye en tu facebook un enlace para compartirlo con tus amigos.
BLOG
- Mensajes largos, de una o dos página. Deben comentar aspecto aspectos de tu vida, y aportar información o herramientas que puedan resultar de interes para alguien (recetas de cocina, adiestramiento de perros, bricolaje, crítica de cine… etc)
- Frecuencia, uno cada 1 o 2 semanas.
- Son públicos, lo que escribas podrá leerlo todo el mundo.
- Errores habituales (por citar algunos)
- Usar un blog como un diario.
- Páginas muy largas, que hacen que la gente pierda interés. Divide la entrada en partes.
- Frecuencia de publicación muy alta o muy baja.