Comparto esta imagen que me encanta, porque describe a la perfección la que para mí es una de las mayores dificultades que encontramos al realizar mejoras de procesos en negocios y empresas.
Podréis encontrar la misma imagen en muchos formatos distintos (hay una con muñecos de lego muy graciosa), pero todas son igualmente ciertas.
La imagen es bastante auto descriptiva. Todas las empresas tienen, en mayor o menor medida, un lógico interés en mejorar sus procesos, aumentar su eficiencia, y reducir sus costes.
Al menos esto es lo que cualquier persona o compañía afirmará rotundamente, pero la realidad no es tan sencilla como la teoría. A la hora implantar mejoras o soluciones, lo que realmente encontramos con frecuencia son frases como:
- “No he podido probar eso, es que he estado muy ocupado”
- “Deberíamos mejorar los procesos, pero es que nunca hay tiempo”
- “No sé por qué hay que cambiarlo, siempre lo hemos hecho así”
Es cierto que todos tenemos siempre mucho trabajo y es difícil encontrar tiempo para probar cosas nuevas. Igualmente es cierto que ciertas personas muestran una predisposición en contra de los cambios, que pueden provocar reticencia e incomodidad.
Sin embargo, debemos acostumbrarnos a que toda mejora es necesariamente un cambio, y la única forma de mejorar es abrazar los cambios, aunque ello signifique abandonar nuestra zona de confort. Por otro lado, tu trabajo y tus tareas diarias nunca te va a dar tiempo para probar y realizar mejoras si tú no haces el esfuerzo por encontrarlo.
Así que ya sabéis, ni la falta de tiempo, ni estar demasiado ocupado, ni que te asuste dejar tu zona de confort, son excusas válidas para no intentar mejorar. Precisamente, cuanto mayor es la carga de trabajo, mayor es la necesidad de probar nuevos métodos y mejorar procesos.